Un diamante, cuatro bases y nueve peloteros por equipo: el béisbol, el rey de los deportes. En apenas 18 minutos de acción —el tiempo promedio en que se juega activamente un partido de béisbol— se capta la atención y la pasión de miles de aficionados.
El béisbol es el pasatiempo americano, y en México tuvo una enorme aceptación, sobre todo en el norte. Claro, el fútbol es el pasatiempo mexicano, pero el rey de los deportes hace notar su presencia en la república.
¿Cómo fue que llegó a México entonces? No se tiene claro cuándo ni dónde ocurrió. De acuerdo con Rafael Cano, varios estados se postulan como el origen de este deporte en el país, como Sinaloa, Nuevo León, Sonora, Veracruz, Tamaulipas y Yucatán. Pero como soy de Sinaloa pues elijo creer que fue allí, y porque soy de Mazatlán quiero pensar que nació ahí, donde ahora se encuentra el estadio Teodoro Mariscal. Sepa, lector mazatleco, que existe una historia que dice que el béisbol llegó a costas mexicanas con la invasión norteamericana en 1847, pero no se sabe si esto es cierto.

De acuerdo con investigaciones de Cesar González Goméz, director editorial de Cuarto Bat, el primer mexicano en jugar béisbol fue Primitivo Cázares y Galera, originario de Mérida; en 1857 estudió en la facultad de Ingeniería de Harvard, donde conoció el deporte. Esta información se encontró en los archivos de la misma universidad.
Se sabe que el 4 de julio de 1899 el coronel Joseph Andrew Robertson, encargado de la construcción del ferrocarril Monterrey-Tampico, organizó un juego de béisbol informal con obreros y ciudadanos estadounidenses en San Juan de Cadereyta Jiménez. Y se ha dicho que ésta fue la vez primera vez que el deporte apareció en México.
En el libro Por donde entró el Beisbol a México de Fiacro Díaz Corpus, se afirma que el 19 de marzo de 1899 se jugó el deporte por primera vez en el país.
Lo que quiero dar a entender, lector, es que sepa la chingada cuándo y dónde llegó el rey de los deportes por primera vez al territorio mexicano, pero aquí sigue. Ahora podemos hablar de la historia mejor documentada del béisbol mexicano; en específico de sus dos ligas más importantes: la Liga Mexicana de Béisbol y la Liga Mexicana del Pacífico.
La Liga Mexicana de Béisbol (LMB)
Fue la primera organización dedicada a regir el béisbol en México. Se fundó en 1925 por el cronista deportivo Alejandro Aguilar Reyes, mejor conocido como Fray Nano (su seudónimo) y Ernesto Carmona. Originalmente la liga contaba con seis equipos de 20 jugadores máximo. Estas escuadras de peloteros fueron: 74 Regimiento de Puebla, Rojos del Águila de Veracruz, Nacional de México, Club Guanajuato, Club México y Agraria de México. El primer campeón del béisbol organizado en México fue el 74 Regimiento de Puebla.
Su partido inaugural se celebró en la Ciudad de México el 28 de junio de 1925, en el ya inexistente Parque Franco Inglés, ahora Parque Delta. No sabemos mucho de las estadísticas de los primeros años de la división, ya que se empezaron a compilar hasta 1937.
En 1955 la liga entró al béisbol organizado estadounidense. Se inició en la categoría AA, pero en 1967 se promovió a AAA, el actual rango de la Liga Mexicana de Béisbol.
Ya quedaron lejos los días de la liga de seis equipos, ahora son 16 (divididos en Zona Norte y Zona Sur). Su temporada regular se juega entre abril y agosto, los play-offs en septiembre y octubre.
Liga Mexicana del Pacífico (LMP)
En México también hay béisbol de alto nivel en invierno. En mi opinión, esta liga es, de hecho, la de mayor nivel en el país y donde se encuentra el mejor béisbol mexicano. ¿Por qué? Porque Serie del Caribe.

Sus inicios se remontan a 1945, en Hermosillo, Sonora, donde nació la liga con el nombre de Liga de la Costa del Pacífico. Los cuatro equipos originales fueron: Venados de Mazatlán, Ostioneros de Guaymas, Tacuarineros de Culiacán y Queliteros de Hermosillo.
Fue hasta 1970 que la LMP adoptó su nombre actual, antes se llamó Liga Invernal de Sonora, Liga Sonora-Sinaloa y Liga Invernal Sonora-Sinaloa. Hoy en día es una liga con 10 equipos, de los cuales el campeón representa a México en la ya mencionada Serie del Caribe; el mayor torneo de béisbol latinoamericano, donde se reúnen los campeones de las ligas invernales de la Confederación de Beisbol Profesional del Caribe (Colombia, México, Panamá, Puerto Rico, República Dominicana y Venezuela).
Esta liga, al igual que la LMB, ha pasado por numerosos cambios, sobre todo en equipos, pues el 2019 vio el regreso de los Algodoneros de Guasave y la incorporación de los Sultanes de Monterrey.
“El béisbol es como ir a misa. Muchos van, pero pocos entienden”, bien lo dijo Leo Durocher. En el caso de México, a pesar de que cuenta con un gran nivel y dos ligas de gran calibre, este deporte no es tan comprendido como lo es el futbol. ¿Por qué? Pues tan sólo no es tan popular. Pero esto no le quita su belleza ni la emoción que una jugada puede crear, aunque dure sólo unos segundos.
Por desgracia, lector, la historia de los orígenes del béisbol en México es un gran misterio que sigue azotando a los historiadores deportivos. No puedo brindarles una fecha clara ni una historia que explique cómo fue exactamente que empezamos a usar manillas en México, pero puedo asegurarles que ha permanecido —y creado una historia reciente que forma parte del canon deportivo— por su nivel, su espectáculo, su pasión, su diversión y porque, como muchos aficionados habrán de confirmar, sentarte a ver un partido de béisbol un domingo por la tarde es una experiencia como ninguna otra. Larga vida al rey de los deportes.